lunes, 10 de noviembre de 2014



CUESTIÓN DE PIEL


   Al igual que cuidamos nuestra propia piel manteniéndola limpia, bien hidratada y sana, así debemos cuidar la piel de los bebés. La piel es la principal barrera de protección que posee el organismo.
   En este artículo daremos unas nociones sencillas sobre el cuidado corporal y sobre las alteraciones más frecuente en la piel infantil.

   Empezaremos hablando sobre:


EL CUIDADO DE LA PIEL DEL CULITO

- Lo primero a tener en cuenta es la buena elección del pañal. Debe ser un pañal que absorba rápidamente tanto la orina como las heces líquidas, para mantener lo más seca y aislada su piel. El contacto con el amoniaco de la orina y las heces puede producir la irritación de la zona e incluso dermatitis del pañal. También es importante cambiar el pañal con una frecuencia adecuada.  Así os aseguraréis que la piel permanezca lo más seca posible. Por último, es importante que elijáis la talla adecuada del pañal. Con ello evitaréis rozaduras innecesarias cuando el pañal es demasiado pequeño, o irritaciones al escaparse la orina y/o heces, si el pañal es muy grande.

- Lo segundo que debéis saber es cómo limpiar correctamente la zona del pañal en el momento del cambio. Es conveniente lavar con una esponja con agua y jabón la zona del culito, siempre de delante hacia atrás, para evitar infecciones. Luego secar bien, prestando especial atención a los pliegues de la piel. Dejad si se puede al bebé un ratito sin pañal, para que la zona se airee.
   Si estáis fuera de casa podéis usar toallitas especialmente diseñadas para el cuidado y limpieza de las pieles más sensibles. Pero no olvidéis que las toallitas llevan jabón, por lo que debéis retirar ese jabón. Para ello, tras limpiar la zona con la toallita, pasaréis una toalla humedecida en agua y secaréis bien.
- El tercer paso es aplicar una crema hidratante (especial para bebés). No es necesario hacerlo en cada cambio de pañal, basta con aplicarla tras las deposiciones. Si no hay irritación se puede usar una crema que hidrate simplemente. Las pastas al agua o las cremas y pomadas con óxido de zinc son una buena opción. Resultan algo pastosas a la hora de su aplicación, pero ejercen una buena barrera frente a la humedad.
   En el caso en el que haya una leve irritación es muy importante que las cremas lleven compuestos antisépticos (extracto de caléndula, pantenol, óxido de zinc, manzanilla) para evitar el crecimiento bacteriano.
   Otra opción para hidratar y proteger la zona es el aceite de oliva.


EL BAÑO

   Bañar al bebé o niño diariamente no es solo un ritual de higiene, sino que puede ser un momento de relax, estimulación, refuerzo de lazos de afectividad con los padres...Generalmente, al bañar a los niños por la noche se suelen relajar, pero todos hemos oído a papás y mamás que comentan: "Pues el mío ni de noche ni de día, es bañarlo y se activa, se espabila de una manera...". En estos casos es aconsejable que los bañéis por la mañana o por la tarde, para que puedan gastar esa energía antes de ir a dormir.
   Sobre la duración del baño comentaremos que, en el caso de los recién nacidos, no es aconsejable que supere los diez minutos. Conforme el bebé vaya creciendo podréis alargar la duración del baño. Incluso puede ser usado este momento para que los niños jueguen, se estimulen en el medio acuático o compartan un rato divertido con papá y mamá (hablándoles, cantándoles o bañándoos con ellos).
   Durante los primeros meses no debéis llenar la bañera más de 10 ó 15 cm. Cuando se mantengan sentados podréis subir el nivel de agua. La temperatura del agua debe ser similar a la del cuerpo humano, entre 36º-37º. Usad un termómetro de bañera para comprobar la temperatura, así evitaréis que el bebé pueda pasar frío o quemarse.
   Sobre los productos de baño, recordad que deben ser geles, jabones y champús especialmente indicados para ellos, ya que ayudarán a mantener su pH. No es necesario usar gran cantidad de producto, pues podría resecar la piel. Eso si, debéis prestar especial atención a la zona del pañal.
    A la hora de aplicar el gel, jabón o champú podéis usar una esponja para bebés o echarlo en la mano y luego extenderlo por el cuerpo del bebé.
    Lo siguiente tras el baño es secar al bebé y ponerle crema hidratante. A la hora de secarlo lo haréis con una toalla suave, que seque bien, dando pequeños toques y prestando mucha atención a los pliegues del cuerpo (nalgas, muslos, cuello, axilas), entre los dedos y en las orejas. Finalmente, nos falta hidratar su piel. Igual que con los geles, jabones o champús, sería conveniente elegir una crema corporal específica para bebés. En el caso de que vuestro hijo tenga una piel atópica o sensible, escoged productos específicos para este tipo de pieles.
   En el mercado encontraréis muchas marcas para higiene infantil, incluso líneas de productos específicos (para recién nacidos, relajantes, jabón y champú en uno, espumosos, pieles sensibles o atópicas...). En este caso, la elección queda en vuestras manos. Pero os aconsejo que elijáis productos sin parabenos, ni perfumes, ni colorantes y que respeten el pH 5.5.  En el caso de geles, jabones o champús, observad que no les reseque la piel o les produzca descamaciones; y en el caso de las cremas hidratantes que se absorban con facilidad y su piel quede hidratada pero no grasa.

   A continuación comentaremos las alteraciones de la piel más habituales en los bebés:


ACNÉ NEONATAL

   Es como se conoce a los granitos que aparecen a los bebés de entre uno y dos meses. Estas pequeñas pústulas blancas o amarillentas suelen aparecer en las mejillas, nariz, mentón y frente.
   Aunque en un primer momento pueda resultar preocupante, no alarmaos. Es simplemente una acumulación de grasa en la piel del bebé que se queda atrapada en los poros. Estos granitos no son molestos, no pican, ni duelen y por supuesto no son contagiosos. Tampoco tienen nada que ver con la alimentación de la madre, pero sí están relacionados con la leche materna. Como vimos en el artículo anterior la leche materna tiene un alto contenido en grasa, algo fundamental para el bebé.
   Este acné desaparecerá por si solo en unas semanas, no es necesario aplicar ningún producto. Únicamente debéis mantener los rituales de higiene normales. Sobre todo no intentéis exfoliar su piel, ni apretar estos granitos, ya que podrían quedar marcas o incluso infectarse.


DERMATITIS DEL PAÑAL

   Es una infección causada por el hongo cándida, que produce una gran irritación en la zona del pañal. Es molesto e incluso puede llegar a ser doloroso para el bebé.
   Hay una serie de consejos a tener en cuenta:
  • Cambiar el pañal con frecuencia. Para evitar que la orina o las heces irriten más la zona.
  • Limpiar la zona con agua, tras el cambio de pañal y usar una tela suave para limpiarla y secarla. Debéis extremar la higiene de esa zona y usar tejidos suaves para limpiar y secar para evitar una mayor irritación.
  • Secar bien, dando palmaditas o al aire. No se debe friccionar la zona a la hora de secar, ya que puede ser muy molesto para el bebé.
  • Colocar el pañal "flojo". Evitará que oprima las zonas irritadas.  
  • Usar pañales muy absorbentes. Para mantener lo más seca posible la piel, ya que la humedad favorece la reproducción del hongo y la irritación de la piel.
  • Lavar las manos antes y después de colocar el pañal, ya que podemos trasladar el hongo a otro lugar. En algunos casos se producen infecciones de cándida en la boca por no llevar el cuidado necesario.
  • No usar toallitas que lleven alcohol o perfume. El alcohol o los perfumes irritarán en exceso la piel.
  • Consultar con el pediatra para que nos recomiende una crema específica para la dermatitis del pañal. En este caso es muy importante que las cremas lleven compuestos antisépticos (extracto de caléndula, pantenol, óxido de zinc, manzanilla) para evitar el crecimiento bacteriano.
  • También se puede usar cremas con corticoides suaves. Pero SIEMPRE recomendadas por el pediatra y como último recurso, ya que este tipo de cremas posee efectos secundarios.  


COSTRA LÁCTEA

   Es como se conoce a las escamas amarillentas, blanquecinas o grisáceas que aparecen en el cuero cabelludo del bebé (en ocasiones también suelen aparecer en los pliegues de la piel de la frente, el entrecejo, las cejas, la zona que rodea la boca y la parte posterior e interior de las orejas. En estas zonas se denomina dermatitis seborreica). Generalmente aparece en la primeras semanas de vida y puede durar hasta los tres años.
   En la aparición de la costra láctea pueden influir la producción de grasa de las glándulas sebáceas, o un crecimiento de la población de microorganismos que normalmente se hallan en la piel. No es una reacción alérgica a nada, pero sí puede empeorar al usar productos poco adecuados.
   Esta alteración desaparecerá sola, pero si deseamos podemos mejorar su aspecto usando:
  • Aceites para bebés o vaselina. Debéis aplicarlo mediante un suave masaje, y tras ello dejarlo actuar sobre la piel una media hora. Posteriormente lavad el cabello con un champú para bebés neutro. Si os decantáis por la vaselina podéis reforzar su acción cubriendo la cabeza del bebé con un paño mojado en agua tibia, pero procurad quitarlo cuando se enfríe para que la temperatura del bebé no descienda.
  • También podéis optar por las cremas especiales que hay para ello en el mercado.
  • Junto a una de estas dos opciones podéis lavarle la cabeza a diario con un champú que contenga selenio, zinc o brea y aclararlo bien.
  • Por último, masajead suavemente el cuero cabelludo durante cinco minutos a diario, con las yemas de los dedos.
   En este caso es muy importante:

Procurar no quitar las costras al cepillar.
No quitar las costras con nada, y mucho menos con las uñas.
   Todo esto podría causar heridas y posteriormente infecciones.
   Si tras el tratamiento no desaparecen queda la opción de usar cremas con corticoides, pero SIEMPRE bajo recomendación y supervisión pediátrica.

   Recordad que los cuidados de la piel son muy importantes a cualquier edad. Si ayudáis a vuestros hijos a interiorizar estos hábitos desde que son bebés a través de vuestros cuidados, seguramente los mantendrán de adultos y los trasmitirán a sus hijos. No olvidéis que la piel es la mayor barrera de protección del organismo.


RAQUEL NOVELDA


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