lunes, 27 de octubre de 2014

¡ ADIOS, CHUPETE, ADIOS ! RETIRAR EL CHUPETE

 
    Ésta podría ser la carta que recogiese las palabras que expresaría una niña de 2 añitos ante la idea de que sus papás han decidido quitarle el chupete. Si es un tema que os preocupa como papás o no sabéis cómo hacerlo, quizás leer este artículo os ayude a comprender un poquito mejor a vuestro hijo, así como daros ideas cuando decidáis que ha llegado el momento:


    Aunque al nacer, el uso del chupete tiene que ver con el reflejo de succión, a medida que el niño crece, succionar le relaja y le consuela. El chupete se convierte en su "gran amigo", pues le ayuda a relajarse y le calma cuando se encuentra triste o se siente inseguro.

   Cuándo retirarlo es algo que preocupa a menudo a los papás. Muchos expertos aconsejan que se retire entre los 18 y los 24 meses, pues el desarrollo de nuevas habilidades, como andar o gatear, le brindan al niño la posibilidad de encontrar nuevas actividades placenteras, así como otras formas de calmarse. Hacerlo a esta edad, siempre antes de los 3 años, hará menos probable el desarrollo de problemas posteriores, como malformaciones dentales o retrasos en el lenguaje.

  En ocasiones oímos frases como: "El hijo del vecino tiene 15 meses y ya no lleva chupete". Evitemos esas comparaciones, pues hay que respetar el ritmo de cada niño. Del mismo modo,todos hemos oído diversas formas de quitar el chupete, como "cortarle la tetina ", "decirle que se ha perdido", "que se lo ha llevado un animal", que se nos ha olvidado en algún sitio"... Efectivamente, hay padres a los que les han funcionado estos métodos, pero en ocasiones resultan muy bruscos. Si el niño todavía no está preparado, le estaremos haciendo pasar un sufrimiento innecesario. Aquí apelo al sentido común de los padres, pues no hay una fórmula universal para hacerlo, pero sí unas pautas a seguir para que sea lo menos traumático posible para el niño:


  • Evitaremos épocas de cambio para el niño, como puede ser la llegada de un hermanito, un cambio de casa, el inicio del cole...                                                                                                  
  • También los papás han de estar tranquilos y disponer de tiempo para ello. Nada de hacerlo en épocas estresantes. En este sentido, si los papás trabajan, sería preferible llevarlo a cabo en período vacacional (tengamos en cuenta que al principio podemos pasar "malas noches").           
  •  Hacerlo de manera gradual. Esto dependerá del tiempo y las circunstancias en las que el niño usa el chupete. Así, a aquellos que lo utilizan a menudo durante el día además de para dormir, comenzaremos acortándoles los períodos de tiempo en los que lo usan de la siguiente forma:                                                                                                                                                              - Tardaremos más en dárselo cuando nos lo pida. Mientras, le ofreceremos otras                      actividades con las que se entretenga y que desvíen su atención del chupete.                                   - Hay niños que lo usan para conciliar el sueño y cuando se duermen lo "escupen". Si                 no es así, una vez dormidos le retiraremos el chupete y lo dejaremos lejos de su                           alcance para que "les cueste cogerlo".                                                                                                                                           
  • Así, llegará un momento en el que se limite su uso a los momentos en los que el niño se encuentre mal (por ejemplo ante una caída) y para conciliar el sueño.                                           
  • Llegados a este punto será el momento de explicarle al niño (si no lo hemos hecho ya) que "se está haciendo mayor, y los niños mayores no llevan chupete".                                                       
  • Una vez "preparado el terreno" habrá llegado el momento crítico: retirar el chupete definitivamente. Es aquí donde habrá que armarse de paciencia. Mostraremos al niño todo nuestro apoyo y comprensión, sin gritos ni castigos,  pero nos mantendremos firmes. Una vez retirado del todo, no se lo volveremos a dar. Es en este punto donde algunos papás hacen uso de las estrategias clásicas anteriormente comentadas (romper la tetina, decirle que se ha perdido...). Pero estas estrategias pueden ser insuficientes (así por ejemplo, un niño al que le hemos roto la tetina nos insistirá en que compremos otro chupete nuevo) y  en ocasiones crean miedos (como en el ejemplo de la carta que mencionábamos al principio).                                    
  • Por ello sería preferible recurrir a otro tipo de estrategias, como pueden ser los cuentos. Los hay "fantásticos", y otros más "realistas". La elección os la dejo a los papás, que sois quienes mejor conocéis a vuestros hijos. Tened en cuenta también la edad del niño y su capacidad de comprensión a la hora de elegirlo. En los cuentos que tratan sobre dejar el chupete, el niño se sentirá reflejado en los personajes, que serán modelos para él. Además, el cuento puede formar parte de esa rutina de irse a la cama (cepillarse los dientes, ponerse el pijama, leer el cuento...) que anticipa el momento de irse a dormir. Tenéis algunos títulos de cuentos en:                           http://atenciontempranayfamilia.blogspot.com.es/2011/03/cuentos-para-retirar-el-chupete.html                                                                                                                
  • Ofrecerle un "sustituto" a la hora de calmarse o para conciliar el sueño (por ejemplo un peluche) puede resultar de gran ayuda, pues le estaremos ofreciendo una alternativa para aliviar su malestar emocional.                                                                                                                       
  •  Con los niños más mayores pueden funcionar también los "pactos". Podemos establecer una "economía de fichas": Cada vez que el niño logre permanecer un tiempo que hayamos establecido sin chupete le daremos un punto (podemos usar pegatinas de sus personajes favoritos), que irá pegando en una cartulina que colocaremos en un lugar visible. Cuando tenga los que hayamos acordado se los cambiaremos por un premio (podemos dibujarlo también en la cartulina para aumentar su motivación). No olvidemos que cuanto menor sea el niño menos paciencia y capacidad de espera tendrá, así que deberemos proporcionarle el premio con pocos puntos. A medida que lo vaya logrando, le iremos pidiendo más puntos para conseguirlo, variando también el premio para que el niño no se aburra y se desmotive. En cuanto a los premios, sabed que no tienen por qué ser objetos materiales y que cuesten dinero. Cosas  como llevarlos al parque o hacer alguna actividad junto a ellos pueden ser los mejores premios.             
  • Por último, no olvidéis reforzar siempre a los niños conforme vayan consiguiendo avances (por ejemplo si han pasado una noche sin chupa) diciéndoles "lo mayores que son" y lo orgullosos y contentos que estamos de ellos.            
   Espero que estas indicaciones os sirvan de ayuda si habéis decidido que ha llegado la hora de quitar el chupete a vuestro hijo. Os resultará difícil escuchar sus más que probables lloros y gritos reclamándolo y no ceder, pero si os mantenéis firmes, siempre en un clima de comprensión y cariño, vuestro hijo conseguirá decir adiós por fin al chupete. Habrá dado un pasito más en esa gran hazaña que es para él "hacerse mayor".

                                                                                                                                      Olga Esquiva 

No hay comentarios:

Publicar un comentario